lunes, 30 de junio de 2014

Capitulo 50 partes 1 y 2
Parte 1
Justin dejó mi cuello y me miró. Nos miramos a los ojos durante un momento.
- Asi que… Una fiesta ¿Eh?- le sonreí. - Ya entiendo el por que tienes tan mala cara. - Justin se quitó de encima y rodeó la cama para acostarse.
Me acosté tambien y lo miré. Miraba hacia el techo con los brazos puestos detrás de su cabeza. Me acerqué a él, incorporandome para mirarlo.
- ¿Que va mal, Justin? - él me miró con su ceño fruncido.
- ¿Por que tiene que ir algo mal?
- Tienes tu ceño fruncido - lo toqué.
- Solo estoy algo pensativo - dijo.
Esta bien, ¿Sabes? - me apoyé en su pecho - Te he echado de menos - rodeé su cintura con mi brazo - Mi hermanastra es bastante molesta. - murmuré.
Justin tardó unos segundos en poner sus brazos alrededor mia, y cuando lo hizo era como si estuviera dudando en hacerlo, o no.
- ¿Que edad tiene? - preguntó.
- 10 años, y creo que se ha enamorado de ti - suspiré. Justin rió.
- ¿Si?
- Ajam - bostecé. - Despues de escucharte hablar por teléfono conmigo me pidió que le enseñara una foto tuya, a partir de ahí, no dejó de hablar de ti y de lo que le gustaría conocerte - Justin acarició mi pelo y rió.
Nos quedamos ambos callados por un momento, pensando cada uno en sus cosas, hasta que hablé.
- Justin - dije haciendo con mi dedo dibujos en su pecho.
- ¿mmmm?
- ¿Por qué te sigues drogando? - Justin se tensó debajo de mí, y supe que no deberia haber preguntado eso.
Justin suspiró. - No lo se - dijo.
- No quiero que te pase nada - me abracé más fuerte a él.
- Y no me pasará - besó mi coronilla.
- ¿Me lo prometes? - Justin dudó un segundo.
- Te lo prometo.

- ¡Por fin! - abracé a las chicas.
- Vacaciones - dijo Paula - Aun no me lo creo.
- Ni yo - dijo Jennifer  - ¿Iremos mañana a la fiesta de la primavera no?
- ¿Lo dudabas? - dijo Paula. 
- Cody me dijo que ellos irian tambien - dijo con una sonrisa de oreja a oreja. 
- ¿Hay algo entre tu y Cody? - le pregunté cuando saliamos del instituto.
- Aun no - suspiró - A veces pienso que no quiere nada conmigo, y otras que si. Es taaaaaaaaan confuso - alargó mucho la a. 
- Creeme, te entiendo, a veces Justin era jodidamente desesperante, y aún lo sigue siendo.
Sé que algo va mal con él, pero no quiere decirmelo. - fruncí el ceño - Incluso le cuesta tocarme ahora, está como distante. 
- ¿Tocarte? - dijo Paula con una sonrisa pícara. 
- ¡No me refiero a eso! - reí - Si no que… no lo sé, desde el fin de semana pasado esta muy raro.
- Hombre, no es muy normal que te llame cuando estás de fiesta y te diga que corres peligro, que te vayas de ahí, aunque aún no se a que se referia, ¿que clase de peligro? - pensó Jennifer.
- No tengo ni idea, y tampoco quiere decirmelo.
- ¿Crees que vale la pena salir con Justin? - dijo ahora Paula - Digo, no es porque el sea malo, si no porque… bueno… lo que te hizo Aguilar… y bueno… 
Suspiré - Ya - hice una mueca. 
- Yo creo que está raro porque está metido a presión - saltó Jennifer después de estar un rato meditando. - Saber que te pueden hacer algo lo tendrá paranoico. 
- No se no se - jadeé. Escuchamos el pito de un coche. Miramos hacia atrás y vimos a Justin montado en su BMW negro. - Tengo que irme - las abracé - Hablamos estatarde.
- Vale, te queremos - dijeron las dos a la vez. Sonreí. Caminé hasta el coche de Justin.
Abrí la puerta del copiloto y entré. 
- Hola - dijo él. 
- Hola - me dió un beso en la mejilla. A esto me refería, desde el domingo, a penas me besaba, quizás alguna vez que yo lo cogía desprevenido y lo besaba, pero enseguida se separaba de mi.
- Mañana es la fiesta de la primavera - empezé - y van a…
Él me interrumpió - No
- No te estoy pidiendo permiso, te estoy avisando de que voy a ir - Justin frenó en seco haciendo que mi cuerpo se echara hacia delante. - ¿¡Pero estás loco?! - dije asustada.
Justin apretó con fuerzas el volante.
- ¡Maldita sea _______! Sabes que yo mañana no estoy aquí, ¿Y quieres salir nada más y nada menos que a la fiesta de la primavera?! Sexo, alcohol y drogas, vas bien cariño, y con las chicas, ¡SOLAS! ¿En que demonios estás pensando? ¿Crees que te dejaré ir? - rió amargamente - No, claro que no.- Los coches atrás nuestra pitaban para que Justin arrancara.
Parte 2.
- Arranca el coche, estás molestando. - Justin arrancó y condució hacia casa, me pegué al asiento, ahora estaba aterrada.
Aparcó en el garaje y salí del coche enfadada, me colgué la mochila en la espalda y caminé hacia el ascensor.
- __________ - escuché a Justin llamarme. Lo ignoré y seguí andando. Escuché sus pasos apresurarse hacia a mi. Me cogió del brazo.
- No quería gritarte - dijo ahora más tranquilo. 
- No me importa que me grites - me giré para encararme a él - Solo me da coraje que NO TENGA VIDA - recalqué esas palabras. 
- Yo.. lo siento, joder, es por tu seguridad. Y yo mañana tengo que ir a Greendown, o si no te llevaba a donde quisieras. - Cogió mi mano - Prométeme que no irás mañana a la fiesta de la primavera. - me miró suplicante.
- No voy a prometer algo que no voy a cumplir - me solté de su agarre y me giré para seguir caminando.
- Joder nena, que difícil eres - suspiró frustrado.
Le di al botón del ascensor, no tardó mucho en bajar y entré seguida de Justin.
- No iré sola, van tambien amigos - murmuré. 
- No me importa, cuando han bebido, ellos no saben que están haciendo. _______ - me obligó a mirarle - Te pasa algo y yo … no sé que haría - rozó con su pulgar mi mejilla y cerré los ojos.  - No me hagas esto, por favor - las puertas del ascensor se abrieron.
- Vas a hacer que me sienta mal - susurré.  El sonrió. - Aunque seguiré pensando en que voy a ponerme mañana. 
- ¿Y si consigo que no vayas mañana? - me susurró.
- Creo que te pegaré. - salí del ascensor.
- ¿Sabes? Me encanta cuando te enfadas - dijo acorralandome en una esquina.
- Pues a mi no me gusta enfadarme - me crucé de brazos. Justin cogió un mechón de pelo y jugó con él.
- Creo que podemos hacer algo mañana. Tengo que salir de aqui sobre las 11 de la noche, supongo que podré ir contigo a la fiesta por la mañana y después, sobre las 8 podremos venirnos y estar en casa. Así pasariamos el dia juntos. - dejó mi pelo y puso una mano en mi cadera, levantó un poco mi camiseta y pasó su dedo por una parte de mi cintura.
Cogí su cara entre mis manos y lo besé. Justin correspondió segundos mas tardes a mi beso.
Me quité la mochila de la espalda dejandola caer al suelo. Justin puso sus manos en mi trasero. Me puse de puntillas pqra poder estar más cómodos.
Para nena - se separó de mi - Será mejor que vayas a casa, tu madre te estará echando en falta. Ya hablamos. - Sacó las llaves del bolsillo abrió la puerta y entró en casa.
Me quedé con cara de idi.ota. Y me sentí mal.

- Bueno - dijo Helen sentandose en mi cama - Asi que estás saliendo con Justin - se metió su piruleta en la boca.
- Asi es - me senté en la silla y me puse en frente de ella.
- Y… ¿lo habeis hecho? - me preguntó.
- No - hice una  mueca
- ¿NO!? - se sorprendió - Imposible, si Justin es un … ¿como se dice? adicto al sexo _______.
-  Ya, pero yo no quería hacerlo cuando el queria hacerlo, es decir, al principio de empezar a conocernos, pero… 
Ahora tú quieres y el no?
- Si, se podría decir así. Desde el fin de semana pasado está muy distante conmigo, y eso me frustra.
- Quizás es por que no te ve demasiado sexy ¿no? - pum, ya empezaba con ataques.
La miré con la ceja alzada, intentando controlarme - Digo, quizás te ve como una amiga, y por eso no quiere hacerlo contigo, a parte, mirate, pareces una niña de quince años - aish, ahí iba otra - Si está saliendo contigo quizas es por que te vió muy desesperada - y otra. - Solo mírate que pintas llevas, no lo habrás visto vestida así hoy ¿no?
-¿Que tiene de malo mi ropa? 
- No nada, y bueno… ¿tu pelo? Verdaderamente te ves horrible - se bajó de mi cama - Tengo que irme, he quedado con Lilly - me dió un beso en la mejilla - Nos vemos pronto.
- Espero que no - murmuré atónita por lo que me había dicho. Si antes tenía la autoestima por los suelos por que Justin no hacía nada más que rechazarme… ahora… estaba hundida. Ignoré el vacío en mi pecho y cogí mi móvil y le envie un mensaje a las chicas.
« Tengo un problema, os necesito »
Ellas no tardaron en llegar a mi casa, ya que Paula tenía coche, todo era más fácil. 
- ¿Eso te dijo Helen? - dijo Jennifer tirandose en mi cama.
- Si
- Ts, - bufó Paula  sentandose en un puff que tenía en mi habitación. - ¿Que Justin te rechaza porque no eres sexy? Por favor - bufó - ¿Que tontería es esa?
- ¡Hagamos algo! - dijo Jennifer, que hasta el momento se habia quedado callada. - Ponte sexy, y ve a ver a Justin, diciendole que saldrás con nosotras, que solo querias verlo antes de irte.
Paula y yo nos miramos y sonreimos. 
- Vaya, cuando te da por pensar, puedes ser la mejor - le dijo Paula a Jennifer. Reí. 
- Callate - le tiró un cojín - Veamos tu armario.
Me llevé aproximadamente media hora probandome modelitos, hasta que uno de ellos las conveció por completo. Me duché, me plancharon el pelo y me hicieron varias ondulaciones. Mis labios estaban pintados con brillo y mis ojos delineados con lapiz negro. ASÍ
- Bien, lista, esperamos aquí - dijo Jennifer.
Esta bien - murmuré - Creo que esto es estúpido - dije abriendo la puerta de casa - No, creo que no lo haré - la cerré.
- Oh no, claro que si - Paula abrió la puerta y Jennifer me empujó y cerraron la puerta. Suspiré. ¿Valía la pena hacer esto? Mordí mi labio y llamé al timbre. Tragué saliva duramente. Sabía que las chicas estaban pegadas a la mirilla. Miré hacia ella y la puerta se abrió. Ryan me miró de arriba a abajo.
- Dime - sonrió.
- ¿Esta Justin? - le pregunté.
- Claro, pasa.
- Oh no, voy tarde, solo quería comentarle una cosa. 
- De acuerdo, espera ahora lo llamo. ¡JUSTIN! - entró hacia dentro. 
- ¿Que?! - escuchó.
- Alguien te reclama en la puerta - le sonreí a Ryan y este entró al salón y cerró la puerta para dejarnos a mi y a Justin intimidad. 
Justin apareció con unos pantalones vaqueros caidos, dejando ver sus boxers negros y estaba sin camiseta. Me miró de arriba a abajo.
- ¿Donde vas? - me preguntó.
- He quedado con las chicas, venía a decirte que iba a salir, por si llamas a casa y no hay nadie, que no pienses que me han secuestrado - le sonreí.
Justin frunció el ceño. - No me hace gracia - movió la cabeza de un lado a otro.
- Necesito mis pendientes - dije. - Creo que me los dejé en algún lado de tu habitación.
- Claro, pasa y los buscamos - dijo apartandose de la puerta.
Caminé delante de él hacia su habitación.
- Los dejé en la mesilla - dije acercandome a ella y viendo que no estaban - Mmmm… Quizas se hayan caido - miré por ambos lados, hasta que los vi caidos en el suelo. Me agaché, pero solo mi tronco. Los cogí, me incorporè y me sobresalté al sentir a Justin detrás mia.
Puso sus manos en mis caderas y me acercó hacia él. Apartó mi pelo.
- ¿Intentas provocarme? - mordió mi oreja - Por que si es eso, lo estás consiguiendo
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Hola siento no haber subido quería preguntaros si os gustaría que subí los viernes los 4 capítulos de la semana comentar diciendo si os gustaría por favor
Capitulo 49.
La sangre se me congeló.
- ¿Que pasa tio? - escuché la voz de Cody. - ¿Estas bien?
- La estan vigilando - murmuré apretando mis dientes.
- ¿A quien?
- ¡MALDITA SEA! - grité sintiendo la furia correr por mis venas. - ELLOS TIENEN CONTROLADA A __________ - le di una patada a la rueda de mi coche. - Tengo que irme - me monté en el coche.
Escuché a Cody gritarme pero lo ignoré.
Conducí por las vacias calles debido a que eran las 2 de la madrugada. Marqué él número de _________ rezando para que contestara, escuché cuatro pitidos y colgué. Paré en el semáforo en rojo. Marqué de nuevo su número frustrado.
- ¿Si? - escuché su voz risueña.
- Maldita sea ________ ¿Por que no cogias el teléfono? - dije alterado.
- Lo siento Justin, aqui hay mucho ruido y no me he enterado. ¿Que va mal?
- Tienes que salir de ahí.
- ¿Que? - dijo ella gritando a causa del gran bullicio que habia donde estaba. - ¡Espera! - esperé unos segundos hasta que la escuché con mejor claridad. - Ya, dime.
- Tienes que salir de ahí, llama a tu padre, vete a casa. - dije ahora más tranquilo.
- ¿Por que?
- ¡HAZ LO QUE TE DIGO!
- ¡NO! ¡Quiero una explicacion!
- Jo.der __________ que desobediente eres, que te vayas a casa! Que no es seguro que estes ahi! - grité dandole un golpe al volante. Paré en doble fila por que o si no, tendría un accidente.
- ¡ESTAS PARANOICO! - gritó. - Hay mucha gente aquí! ¡No me va a pasar nada!
- Ese es el problema! Hay mucha gente, vuelve a casa nena, o si no, iré a buscarte y te juro por dios que te daré unos azotes. Asi que pon tu lindo trasero a salvo y ¡VETE A CASA!
- Just - la línea se cortó.
- ¿__________? - dije. - Mierda mierda mierda - tiré de los extremos de mi pelo. La volví a llamar, pero me saltaba el buzón de voz. Conducí rápido hasta casa. Subí las escaleras de dos en dos y entré en casa tirando todo a mi paso.
Mi móvil volvió a vibrar y lo saqué de mi bolsillo con la que esperanza de que fuese ___________. Otro mensaje.
” Parece que estas teniendo problemas con tu chica”
Había otra foto adjunta, donde pude ver a ________ hablando alterada por teléfono, asi que supuse que sería conmigo. Mi corazón se congeló. Ellos estaban muy cerca. ¿Y si ellos la tenían? ¿Y si le hacían algo por mi culpa? Jamás podría perdonármelo  Volví a intentar llamar a _________, pero no respondía. Empecé a caminar de un lado a otro del salón. No podía ir a por ella, a parte de que era una hora de camino, no sabía donde estaba __________.
- Eres un estúpido Bieber - me golpeé a mi mismo.
Al cabo de unos minutos mi móvil sonó. Salté por encima del sofá para coger si móvil.
- ¿Si? - contesté agitado.
- Soy yo - escuché a ___________ susurrando.
- Dios mio - suspiré- ¿Estás bien?
- Si.
- ¿Que le pasó a tu móvil? ¿Donde estás?
- Se me quedó sin batería, lo siento. Y ya estoy en casa.
Suspiré - Siento haberme puesto así, pensar que podía pasarte algo y yo no podía protegerte.
- Creo que debes relajarte - suspiró.- Por cierto, ¿Como es eso de que ibas a darme unos azotes? - la escuché reírse en voz baja. Me relajé y me reí con ella.
- Lo siento, estaba un poco alterado.
- No importa.
- Quiero verte
- Yo también a ti - ella suspiró - Tengo que colgar, creo que mi padre está detrás de la puerta escuchando.
- Oh, está bien. Que descanses nena.
- Igual tú, te quiero.
- Y yo a ti - colgué. Ahora que ya sabía que _________ estaba sana y salva, la cama volvia a llamarme.
El humo inundaba nuestro salón. Volví a darle una calada al porro. Retuve el humo y lo solté. Miraba mis cartas, escalera de color. El timbre interrumpió nuestra partida de poker.
Chaz fue a abrir la puerta y me quedé embobado mirando a las chicas que entraron. Entre ellas vi a Martha que me sonrió amistosamente  Los chicos se levantaron a saludar, y yo los imité. Rabia unas ocho chicas. Miré sus espectaculares cuerpos, que los hacían deseables con esos vestidos cortos ajustados que llevaban.
Nos sentamos a terminar la partida, aunque era incapaz de concentrarme, notaba la mirada de una de las chicas sobre mi. La miré, ella llevaba una copa que Chaz le habia servido en la mano. Respiré hondo.
- Creo que he ganado - dije dejando las cartas boca arriba sobre la mesa.
Los chicos bufaron. - Denme la pasta - tendí la mano y ellos me la dieron. - Un placer jugar con ustedes.
- Venga vamos - dijo una de las chicas con bolsitas en sus manos.
Antes de que nos diéramos cuenta varias botellas de vodka se encontraban abiertas y casi vacías encima de la mesa, al igual que varias bolsitas de cocaína.
Esnifé y suspiré por lo bien que me sentía. Noté unas manos en mis hombros, miré hacia atrás para encontrarme con los ojos grises de Barbara. Ella se sentó en mi regazo, e imitó lo que yo había hecho antes, sujetándose el pelo, dejando que viera su cuello. Ella se giró y me sonrió.
Me echó hacia atrás en el sofá, se puso a mi lado y comenzó a besar mi cuello. Sentí la presión en mis pantalones, y ella pasó su mano haciéndome gemir. Me levanté y tiré de  ella llevándola a mi habitación, cerré el seguro y le tiré en la cama subiéndome encima de ella.
Narrado por ________

- ¿Lo has pasado bien? - me preguntó mi padre cuando llegamos a la puerta de mi casa. 
- Si - le sonreí. Él me dio las maletas y abrí la puerta del portal, le dí un abrazo. 
- Te llamaré mañana.
- Vale.
- Te quiero
- Y yo a ti - entré. Me paré en el ascensor y vi que alguien estaba bajando, así que esperé. Del ascensor salió una chica, sinceramente, preciosa, parecía que había salido de una revista de modelos.
- Hola - sonrió simpática.
- Hola - le sonreí. Ella salió y miré su cuerpo perfecto, alta, delgada. Joder, era una tía y no podía dejar de mirarla. Sacudí la cabeza y entré en el ascensor. Le di al dos y esperé a que el ascensor subiera. La puerta del ascensor se abrió. Me sobresaltécuando vi a alguien allí.
- Que susto Justin - puse la mano libre que tenía en mi pecho. Él lucía verdaderamente mal, como si no hubiera dormido en toda la noche. Salí del ascensor. - ¿Estas bien? - le pregunté. Justin sin decir una palabra me rodeó con sus brazos. Solté la maleta, que cayó a mis pies y lo abracé. 
- Te quiero - me susurro.
- Yo tambien - reí. - ¿Que te pasa? 
- ¿No puedo decirle Te quiero a mi novia?
- Claro que puedes - sonreí. Nos separamos. Justin cogió mi maleta.
-¿Donde ibas? - le pregunté. 
- A ningun lado - se encogió de hombros. Llegué a la puerta de casa y abrí. 
- Hola cariño - se escuchó a mi madre.
- Hola mamá - la abracé. Le dejamos sitio a Justin para que dejara la maleta en mi habitación. Ya que él insistió.
- Vaya Justin, vaya fiesta que montaron a noche - se quejó de broma mi padrastro. Miré a Justin. 
- Si bueno, mis amigos pueden ser muy escandalosos a veces - se encogió de hombros - Lo siento.
- No pasa nada hombre - le dio un pequeño golpe en el hombro - Sois adolescentes, es normal. - Salí con Justin a mi puerta. 
- ¿Por qué no te vas a dormir? Tienes una pinta horrible.
- Quiero estar contigo.
- Tendremos tiempo para estar juntos - le sonreí. - Solo duerme. 
- Solo si tú vienes conmigo. - cogió mi mano. 
- Espera - entré en casa. - Mamá - dije entrando en la cocina, donde se encontraba cocinando mientras veía la televisión. Ella me miró. - ¿Puedo salir con Justin? 
- Acabas de llegar, a penas te veo. 
- Igual no me ibas a ver - murmuré.
- ¿Que? 
- Nada, venga por favor - le sonreí. Ella suspiró. 
- Te quiero aquí a la hora de la comida. 
- Esta bien, ahora nos vemos - salí de casa donde se encontraba Justin recostado en la pared. 
- Vamos - cerré la puerta. Justin entrelazó sus dedos con los mios. Entramos en su casa, la puerta del salón estaba cerrada, y olía a alcohol y a drogas. Arrugué mi nariz. Justin cerró la puerta y me arrastró rapido hacia su habitación. Cerró la puerta y le echó el seguro. 
- Espera, voy a cambiar las sábanas - dijo quitando la colcha.
- Oh, no importa.
- Ya toca - me sonrió. Lo ayudé a poner sábanas nuevas. Me quité los pendientes, dejándolos en la mesilla de noche. Me quité la sudadera para poder estar más cómoda y la dejé encima de un cojín que habia tirado en el suelo.
Me quité las converse y miré a Justin, él estaba mirandome. 
- ¿Que? - sonreí sintiéndome un poco intimidada por su mirada. Justin rodeó la cama y me acorraló en el armario. Poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza. - Se te está haciendo costumbre hacer eso - susurré. Justin sonrió de lado para después unir sus labios con los mios. Lo agarré del cuello acercandolo más a mi.
Él me cogió de mi trasero y me alzó. Entrelacé mis piernas alrededor de su cintura, Él se movió por la habitación hasta que caímos encima de la cama. Él quedando encima, sin aplastarme. Pasó una de sus manos por todo mi cuerpo, hasta llegar a una de mis piernas, levantandola y haciendo que la colocara alrededor de su cadera. Bajó sus besos a mi clavícula, eché la cabeza hacia atrás para que tuviera más espacio para mi cuello. Pasó su nariz por toda la longitud de mi cuello haciendome suspirar.