sábado, 3 de mayo de 2014

Capitulo 21 
Desperté y vi a ______ a mi lado. Me estiré y cuando la volví a mirar sus ojos marrones estaban mirándome. – Buenos días – me incorporé, me destapé y me senté en el borde de la cama masajeando mis sienes. Sentía un martilleo en mi cabeza.
-Buenos días – dijo ella. - ¿Te encuentras mejor? ¿Por qué bebiste tanto?
- Cállate – escupí – Tengo este dolor por tu culpa.
- ¿Por mi culpa? Fuiste tú el que empezó a beber como si no hubiese mañana. Me parece muy fuerte que me estés acusando de tu dolor de cabeza, incluso me vine de la fiesta para que no te quedaras solo.
- Me acompañaste porque sólo querías meterte en mi cama. Eres como todas, da gracias a Dios a que te paré. Me levanté y sin mirarla salí de la habitación. Me metí en el cuarto de baño y lavé mi cara despejándome. Suspiré cuando me miré al espejo, salí del cuarto de baño y me dirigí a la cocina para tomarme una pastilla. Me bebí un vaso de zumo de naranja y después me la tomé para ver si se pasaba el dolor de cabeza. Cuando volví a la habitación _____ se estaba vistiendo. Tenía puesto sus pantalones y mordí mi labio viendo los hoyuelos en la parte baja de su espalda. Ella se puso su camiseta y cogió su abrigo y su bolso entre sus manos. Cuando se giró para salir de la habitación se paró en seco.
- Primero te comportas muy bien conmigo, después eres un capullo. No te entiendo – negó con la cabeza. - ¿Por qué no me dejas en paz? – me preguntó. Miré hacia otro lado y suspiré.
- Pensaba que eras fácil – me encogí de hombros.
- Bien, ya ves que no. Ahora, no vuelvas a molestarme. Adiós.- Me apartó de la puerta y no me giré para verla irse. La puerta se cerró y supe que eso sería lo mejor.



Bailaba con una morena, completamente increíble. Dios, me estaba poniendo duro, no aguantaría toda la noche.
La sujeté de las caderas fuerte, juraría que le estaba haciendo daño.
Alguien me tiró del brazo, quitándome de detrás de semejante diosa. Miré a quien me había tirado del brazo y vi a Paula.
- Necesito que me ayudes - dijo acercándose a mi odio para que me enterara de lo que me estaba diciendo. - _____ , está mal. La llevé al pasillo de los servicios.

- No soy su niñero Paula, no me interesa lo que le pase. ¿Ha quedado claro? - me giré pero Paula me cogió del brazo.

- No te llamaría si no estuviera desesperada.

- ¿Qué le pasa? - suspiré.

- Esta loca - rodé los ojos, eso no era una novedad - Haber Justin, esta borracha.

-¿Y? - pregunté.

- Que solo ha bebido dos coca-colas. - alcé una ceja.

- ¿La han drogado? - dije para mi mismo, yo había traído mercancía hoy, pero no recuerdo habérsela vendido a ninguno de los que estaban como camareros.

- ¿Dónde está? - le pregunté.

- Esta afuera - señaló a la salida. Me dirigí a la salida esquivando a la gente, seguido por Paula, cuando salí vi a un grupo de chicos y a _______
- Mierda - murmuré.

- ¿Entonces qué? ¿Te vienes a pasarlo bien guapa? - preguntó Nick. Si, los conocía, también eran mis compradores. Cuando _____ iba a contestar me puse a su lado.

- Suficiente. – dije.

- Hombre Bieber! - dijo Tom - Ya decía yo que faltabas tú aquí para animar la fiesta.

-¡JUSTIN! - dijo ____ con media lengua y sonriéndome. Apoyó una mano en mi hombro para mantener el equilibrio.

- ¿Por qué no te unes Bieber? Podemos repartirla - dijo ahora Robert.

- No, ella no - la sujeté de la cintura.

- Vaya Justin, ¿Solo la quieres para ti? - dijo Nick bebiendo de su copa.

- No la quiero para mi. - gruñí.

- Vaya, resulta que eres así de estú.pido con todos. Todo lo que tienes de guapo lo tienes de idiota - rodó los ojos. Los chicos rieron.

- Muy graciosa _____, es hora de irnos. – la cogí del brazo.

- ¿Qué? Yo quiero quedarme - me miró con ojitos.

- Nada de quedarte, andando - la arrastré hacia donde estaban Paula y Jennifer mientras que ella les decía adiós con la mano a los chicos. - ¿Quien le sirvió la bebida?- pregunté.

- Creo que Zac - murmuró Jennifer.

- Maldito imbécil - murmuré. - Ahora vengo - solté a _____, que se tambaleó un poco. La sujeté del brazo y Paula la aguantó. Entré al bar, empujé a la gente que estaba en mi camino para llegar a la barra. Cuando vi a Zac la cogí de la camisa y lo acerqué a mi. - Déjala en paz - le susurré con odio.

- O si no, ¿qué? - dijo soltándose de mi agarre y encarándome. Sonreí de lado y mi puño voló a su cara, haciendo que retrocediera y chocara con un mueble donde estaban las bebidas. La música paró y todo el mundo estaba pendiente de nosotros.

- Quedas avisado Murray - lo llamé por su apellido. Salí mientras que todo el mundo murmuraba.

- ¡Te amo! - escuché gritar a _____. La miré y estaba abrazando a Paula.

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