Capitulo 04.
- ¡Cuidado
que te caes! - me gritó Paula riéndose cuando resbalé al salir de la discoteca.
Reí con ella.
- Voy a
ponerme las manoletinas. - dije apoyándome en un coche.
- Yo
también o si no, me romperé un tobillo -
dijo Jennifer. Reí, por que era cierto.
- ¿Que hora
es? - le pregunté a Paula.
- Las 4:30 -
dijo mirando su reloj.
- Tengo que
irme ya - dije suspiran y apoyándome de nuevo en el coche.
- ¿Te iras
sola? - preguntó Jennifer. Las 3 estábamos
borrachas, si, se podría decir que si.
- No tengo
más remedio - dije poniéndome derecha y sujetando los tacones en mis manos.
Ellas se iban juntas por que vivían mas o menos al lado, y yo, vivía en la otra
pun.ta!.
- ¿Por qué
no llamas a Zac? - dijo Jennifer.
- ¿Estas
borracha o que?! - le pregunté. Ambas reímos.
- No, en
serio, dile que quieres verle y que te lleve.
- Es que no
quiero verle, es muy pesado, me acosa - hice una mueca.
- Bueno… -
dijo Paula - Ten cuidado ¿Vale?
- Vale - le
sonreí y la abracé. Jennifer se unió al abrazo.
- Me lo he
pasado muy bien. - dije.
- Tenemos
que repetir! - gritó Jennifer.
-.Seguro!.-.dijo
ahora Paula.
-Adiós
chicas - dije dispuesta a cruzar la calle.
-.¡Adiós!
¡Ten cuidado! - dijeron marchándose por el lado contrario a donde iba yo. Crucé
el paso de peatones mientras que mi cabeza daba vueltas. ¿Debería llamar a Zac
y ahorrarme el camino de una hora? Cogí el móvil indecisa.
¿Lo llamaba
o no?
- ¿_______? -
preguntó alguien. Zac. Me giré y lo vi con sus amigos, y amigas, acababan de
salir de un bar de copas.
- Hey - dije
levantando mi mano en forma de saludo y un poco incomoda.
- ¿Donde
vas? - me preguntó acercándose.
- Voy a..
casa -.sonreí.
- ¿Andando?
- mmmmm.. si
- hice una mueca.
- ¿Por que
no me llamaste? Te hubiera llevado.
- Bueno… no
quería molestarte - murmuré.
- ¿Por que
no me contestabas a las llamadas? ¿Y los mensajes? - me preguntó. Me mordí el
labio.
- Emmmm….
- emmmmmm -
repitiò Zac esperando mi respuesta.
- No tenia
ganas de hablar contigo - mordí mi labio esperando su reacción.
- ¿¡Que no
querías hablar conmigo?! - me gritó. Me encogí un poco y me alejé.
- ¡ZAC! -
gritaron sus amigas haciéndoles señas para que se uniera a ellas.
- ¡ Ahora
vengo! - les gritó. - Tu y yo tenemos que hablar - dijo cogiéndome del brazo.
Tiró de mi hasta quedar alejados de sus amigos. Nos pusimos en una esquina.
- ¿¡Por que
no querías llamarme?! - me gritó.
- ¿Sabias
que te pones muy feito cuando te enfadas?- dije acercándome a él y poniéndole
el cuello de su camisa bien. Solté una risita. Maldito alcohol. ¿Que estaba
haciendo?
- ¿Has
bebido? - me pregunto Zac.
- No - le
sonreí. Rozé su menton con mis labios.
- Sigo
enfadado contigo - dijo cogiendome de la cintura.
- Vaya… -
susurré en su oido. Abrazé a Zac y él correspondió a mi abrazo.
- Lo siento
- mentí.
Zac suspiró
- No te preocupes - me dió un beso. Sonreí.
- Vamos -
dijo cogiendo mi mano - Te acompaño a casa.
- No tienes
por qué hacerlo.
- Claro que
si - me sonrió.
Me guió
hasta su coche, un Toyota Corolla gris. Abrí la puerta y me subí al asiento del
copiloto. Dejé los tacones a un lado y me puse el cinturón. Froté mis manos
mientras que Zac encendía la calefacción. Puso la radio y arrancó. Puse mis
manos donde salía el aire caliente para calentarlas.
- _______ y
sus manos frías – sonrió mirándome.
-Siempre –
las froté. Zac no era un mal chico, aparte de su lado de galán y de ser muy
celoso y protector conmigo, era dulce y atento… cuando quería.
Llegamos a
mi portal, saqué las llaves y abrí con dificultad la puerta. Ambos pasamos.
Llamé al ascensor y esperamos a que bajara.
Se abrieron
las puertas y ambos entramos. Zac se puso detrás de mí, me rodeó la cintura con
sus brazos y me pegó a él. Cerré mis ojos un momento, que sueño. Cuando el
ascensor llegó nos separamos y me acompañó a mi puerta, la abrí, dejé los
tacones y el bolso allí y me giré para mirarlo - ¿Cuando volveré a verte? - me
preguntó.
- No se - me
encogí de hombros.
- Cuando la
princesa diga - rodé los ojos, que empalago. No me gustaba que me llamaran
princesa. Sonreí forzosamente.
- Bueno,
vete ya, no quiero que llegues muy tarde. - Me puse de puntillas para darle un
beso en la mejilla. Él giró la cara y me robó un beso. Me cogió del trasero y
me pegó a él. Pasé mis brazos alrededor de su cuello incómoda.
- ¿Que pasa?
- me susurró. Negué con la cabeza. El ascensor se escuchó, y yo me separé de
Zac. Unas risitas de una chica se escucharon. Zac y yo miramos a la emisora de
esas risitas. Aparecieron Justin y una chica rubia... Potente, como diría
Paula, guapa, cuerpo de infarto...
Mi mirada se
encontró con la de Justin, la aparté.
- Hola -
dijo Justin.
- Hola -
dijimos Zac y yo al unisono. Justin sacó las llaves.
- Tienes que
irte - murmuré.
- Te veré
mañana
- Te dije
que no lo sé. - entré en casa. - Adios Zac. - cerré la puerta. Me apoyé en la
puerta y suspiré.
Apenas pude
dormir esa noche, ya que desde mi habitación se escuchaban los gritos de la rubia
que iba con Justin.
Me levanté a
las 11. Caminé como un zombie hasta la cocina. Cogí una pastilla, un vaso de
agua y me la tomé.
Decidí
hacerme unas tostadas, abrí el cajón y no había pan. Bien, tendría que bajar a
comprar.
Me puse unos
leggins negros, una sudadera y recogí mi pelo en un moño. Me lavé la cara y los
dientes, cogí el dinero, las llaves y salí. Cuando volví Justin y la chica
rubia estaban en la puerta.
- ¿Me
llamarás? - dijo ella.
- Ya veré -
dijo Justin indiferente.
- Eres
odioso - dijo esta enfadada.
- No
gritabas ayer lo mismo - le guiño un ojo y esta se fue enfadada, me eché a un
lado para que pasara, miré hacia atrás y la vi irse en el ascensor. Después
miré a Justin que seguía en la puerta y me estaba mirando. Lo miré de arriba a
abajo mientras me dirigía a mi puerta.
- Todo un
rompecorazones.¿eh? - le sonreí mientras me sacaba la llave del bolsillo.
- Algo así -
se encogió de hombros.
-.¿No tienes
frio? - dije mirándole el cuerpo.
-.¿Te lo
pasaste bien ayer con tu amigo ?
- Si - dije
encogiéndome de hombros - Yo ni te pregunto por que sus gritos no me dejaron
dormir. - abrí la puerta de casa.
- Eso ocurre
cuando estas con un Bieber - sonrió picaro.
- Sera eso -
murmuré.
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