Narrado por ______.
Me tendí en la cama de Justin mientras que este dejaba una maleta grande en la cama, a mi lado. Abrió el ropero y empezó a echar camisetas y pantalones.
- Espero que mantengas tus manos lejos de las españolas - alcé una ceja e intenté reprimir una sonrisa. Justin me miró y sonrió.
- Lo intentaré - me guiño un ojo.
- Hey! - le tiré un cojín y me puse de pie en su cama - ¿¡Como que lo intentarás?! - me indigné.
- Oh vamos nena, las españolas son - hizo gestos de curvas con sus manos. Lo miré mal. - No te enfades - me senté en la cama cruzando los brazos debajo de mi pecho. Justin se acercó a mi pero lo paré con mi pie desnudo poniendolo en su pecho. Justin me miró con una sonrisa traviesa en su rostro. Alcé una ceja. Justin agarró mi tobillo y empezó a hacerme cosquillas en la planta del pie.
- ¡Aaaaaah! - reí - ¡Para por favor! - le rogué soltando una carcajada y retorciéndome en la cama. - ¡Justin por favor! - lloriqueé mientras que reía. Dejó de hacerme cosquillas, pero no soltó el tobillo. Me quedé mirándolo y Justin pasó su dedo por la planta del pie haciéndome estremecer. Después mordió mi talón y me fue difícil respirar correctamente.
- Extrañare tu cara de orgasmo - me miró y lo miré entrecerrando mis ojos. Le tiré otro cojín y lo esquivó mientras reía.
- Eres idiota, acabas de estropear un bonito momento - rodé los ojos.
Justin me sonrió divertido y siguió guardando ropa.
- ¿Estaremos en contacto cuando estés en España? - le pregunté sacando su ropa interior del cajón y metiendola en la maleta. Justin me miró. - ¿No? ¿Por que no? - me enfadé.
- No podemos estar en contacto con nadie.
- Eso no es justo - jadeé. - ¿Ni siquiera una llamada por Skype? - Justin negó.
- Nos alejamos de aquí para que nadie tenga que ver con nosotros, no puedo hacer eso, quizás me pinchen el teléfono o yo que se. - fruncí el ceño y doblé las camisetas que estaban encima de la cama.
- ______ - Justin fue a tocarme pero me aparté. Él dejó caer su mano suspirando. - Nena esto es lo mejor.
- ¿Para quien?
- Para los dos.
- No, Justin. Te vas, y ni siquiera puedo estar en contacto contigo, serían años sin saber de ti. No me gusta eso, prácticamente me estás dejando - sequé mis lágrimas con mis manos.
- Escúchame, ________. Se que esto es difícil pero… - lo interrumpí.
- No dejo de sufrir por ti - murmuré. - Desde que estoy contigo he llorado más que en toda mi vida. Te vas de mi lado, vuelves, te vas… - susurré. - ¿Cuando podré tenerte? Por que sinceramente nos pasamos más tiempo metidos en problemas que disfrutando de nosotros. Sé que no puedo tener una vida normal, y estoy aqui aceptando las consecuencias.. pero ¿irte 4 años? No podré soportarlo. - Me apoyé en el cabecero de la cama y hundí mi rostro en mis rodillas mientras rodeaba mis piernas con los brazos.
- ¡Joder _______! - gritó Justin enfadado. Un gran golpe me hizo sobresaltarme, pero no levanté la cabeza para ver que era. - ¡¿Te crees que a mi no me molesta esto?! ¡¿Te crees que me voy loco de contento a España?! No, claro que no. ¿Por que no puedes entender que todo esto también me pone mal a mi?
- Lo entiendo - murmure.
- Pues no lo parece - escuché la puerta abrirse y luego cerrarse. Miré hacia ella y me di cuenta de que Justin se había ido. Me sentí más mal de lo que ya me sentía. La maleta de Justin estaba tirada en el suelo, al igual que toda su ropa. Sentía un vacío en mi pecho que apenas me dejaba respirar. Respiré hondo y me levanté. Puse la maleta bien en el suelo y empecé a doblar camisetas y pantalones cuidadosamente y a guardarlos, intentando mantener mi mente ocupada para no pensar mientras que tarareaba una canción en mi cabeza.
Cuando estuvo toda la ropa guardada empecé a meter la ropa interior, emparejando los calcetines que estaban sueltos y doblando sus boxers. Mordí mi labio inferior aguantando un sollozo. Aún no podía creerme que me dejaría, pero esta vez no lo tendría a unos metros, esta vez no lo vería por cuatro años. Me levanté y eché las sabanas de la cama hacia atrás y me metí dentro. Me tapé con la manta hasta la cabeza mientras que lágrimas se acumulaban en mis ojos y rodaban por mi rostro sin cesar.
Abrí mis ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida. Me destapé y miré la hora en mi móvil, una hora y media. La maleta de Justin ya estaba cerrada, así que supuse que la había terminado de hacer mientras yo dormía. Volví a apoyarme en la almohada y la puerta se abrió.
- ________ - se escuchó la voz de Justin acercarse. - Toma, come algo. - Levanté la vista y lo vi con una bandeja, donde había un sándwich de queso y un zumo de naranja.
- No tengo hambre - murmuré.
- Tienes que comer algo, nena - me di la vuelta para quedar de espaldas a él. - Se que no soy muy buen cocinero, pero creo que esto me ha salido bien - no contesté. Mordí mi labio aguantando las lágrimas mientras que escuchaba a Justin suspirar e irse de la habitación. Las dejé escapar seguidas de un sollozo. Me sentía mal por haber rechazado la comida, él había tomado un poco de su tiempo en hacerla y yo la había rechazado. Me volví a poner mirando hacia el lado del armario.
Sabia que me estaba comportando como una inmadura, pero estaba tan dolida…
La habitación estaba oscura, solo la alumbraba las farolas que había en la calle. Justin entró y cerró la puerta. Se quitó la camiseta dejándola a un lado. Sentí el colchón hundirse cuando Justin se acostó. Escuché un suspiro. No podíamos estar enfadados la última noche que estaríamos juntos. Tenía que tragarme todo lo que sentía en ese momento.
- ¿Justin? - susurré.
- ¿Mmmm?
- Abrázame -le pedí. Justin se movió a mi lado, me rodeó la cintura con su brazo y me pegó a su pecho. Cogió su mano con la mía y la puso cerca de rostro, descansando en la almohada. - Lo siento - susurré. Besé su mano.
- No, no tienes que disculparte de nada, es normal que te pongas así - besó mi hombro.
- Te quiero, Justin.
- Yo también te quiero, ______.
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